El proyecto de modificación de la Ley de Impuestos Internos, que impulsan las provincias cuyanas a favor de la producción de mosto de la uva, no estuvo incluido en la agenda de temas de la reunión azucarera que se realizó ayer en Tucumán. Sin embargo, las voces en contra se filtraron en el encuentro de los representantes del Gobierno tucumano y de los centros azucareros nacional (CAA) y de Tucumán (CART).
¿Ese impacto se sentirá en esta zafra 2013 si se aprueba en este mismo año?, le preguntó La GACETA al presidente del Centro Azucarero Argentino, Fernando Nebbia, tras la reunión. “Definitivamente. La cuenta que debe hacerse es muy fácil: el incremento de 20 puntos porcentuales en la tasa de impuestos internos a la bebidas analcohólicas, representa un impacto de un 40% al precio al público. Como las bebidas no alcohólicas no son un producto de primera necesidad, esto rápidamente afecta a la demanda: cae el requerimiento, disminuye en la misma proporción la demanda de azúcar. Cae la demanda de azúcar, cae el empleo”, respondió el empresario.
Nebbia afirmó que la propuesta cuyana es “altamente contraria a los intereses del sector azucarero y de los consumidores” y dijo que la medida tendrá un efecto “catastrófico” en el mercado interno y en la actividad.
“Estamos en contacto con todos los legisladores de las provincias azucareras y de otras jurisdicciones (subnacionales) para expresar nuestra preocupación y la necesidad de no hacer lugar ni a la introducción del mosto subsidiado en el mercado de las bebidas no alcohólicas, ni aceptar el incremento de los impuestos internos, que será absolutamente catastrófico para la industria”, enfatizó el titular de la cámara.
Según el titular del CAA, la introducción en la plaza interna del zumo (jugo) de la uva, “será gratis” para los viñateros, en referencia al costo que implicará ese paso comercial. “Es más, tienen el beneficio, entre comillas, de poder de conseguir un subsidio para lograr entrar a un mercado que no pueden acceder ni por calidad ni precio. El mosto vale cinco veces más lo que vale el azúcar, así que hay que imaginarse el (alto) subsidio que necesita el sector. Deberían pensar en opciones más imaginativas, que no enfrenten dos economías regionales”, finalizó Nebbia.